viernes, 16 de julio de 2010

LA NANA





Los
cantos de cuna o nanas para arrullar a los niños forman parte del inmenso repertorio del folclore de todos los rincones de la geografía española.

La
nana andaluza es, posiblemente, una de las más antiguas y no todos los autores la consideran como un cante flamenco. Don Tomás Andrade de Silva, catedrático del Real Conservatorio de Música de Madrid, dice al respecto:

""... la nana andaluza puede creerse flamenca en su entraña, en la médula sustancial de su inspiración melódica, pero no en la constitución simple de sus frases musicales totalmente alejadas de la complicada y larga conformación de los tercios de los cantes jondos ...""




Siempre se ha creído que este cante estaba reservado a las voces flamencas femeninas. Así debió ser en su origen ya que era la mujer la que arrullaba amorosa y deliciosamente al niño, a palo seco. Sin embargo la primera nana que queda registrada en disco la interpreta un hombre:
Bernardo el de los Lobitos para la antología de Hispavox de 1.954.

""Era la ternura del cante, el Azorín de la copla flamenca. Cantaba con la delicadeza de un pájaro y con el sentimiento de un alma en pena"" (Agustín Gómez)


Dada su función arrulladora, no parece muy necesario el compás, ni el ritmo, ni el acompañamiento estruendoso.
Perico el del Lunar lo hace, artificial pero acertadamente, con aire de tango lento,

""... en un sostén de feliz tacto y de intención contrapuntística...""

que dirá el autor ya citado en el libreto de la Antología.



Bernardo el de los Lobitos. "A dormir va la rosa" Nana acompañada por Perico el del Lunar.
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En el siguiente audio podemos escuchar "Duérmete lucerito", nana cantada por Pepa de Benito, acompañada por Antonio Moya, en una versión arítmica y basada en la anterior aunque con ciertas variantes melódicas.


Pepa de Benito y Antonio Moya. "Duérmete lucerito". Nana.
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Estas son las dos versiones musicales de la nana que, con las variantes personales de cada intérprete, más se cantan en la actualidad. Dada su belleza y contenido flamenco indiscutible, muchos artistas han incorporado este estilo a su repertorio cambiando, a veces, la fisonomía de una canción materna por letras amorosas, y de todo tipo, y utilizando otros palos o estilos básicos.
Encarnación La Sallago tiene grabada una nana por bulerías, El Chato de la Isla lo hace así mismo por soleá, Dolores la del Cepillo le da aires de romance, El Niño de Barbate utiliza el ritmo y el compás de las cantiñas, Carmen Linares la termina con la seguiriya de María Borrico, Manuel Gerena lo hace por trilleras ... Y la lista sería interminable.


El más claro ejemplo de la evolución de este estilo flamenco lo constituye la "Nana del caballo grande" (García Lorca / Ricardo Pachón) de Camarón de la Isla (del revolucionario disco "La Leyenda del Tiempo") que incorpora como acompañamiento musical el sitar indio (Gualberto) y un teclado (Manolo Marinelli)



""Para amortiguar el desnudo sonoro de la voz y el sitar, Manolo Marinelli aporta un colchón de teclado que sirve de guía armónica al cante, en este caso sobre la nana de las Bodas de Sangre con la que Lorca abre el cuadro segundo del primer acto (...) Escuchamos la voz de Camarón recreando la nana flamenca, aportando dramatismo y un acentuado sentido poético"". (FLAMENCO de la A a la Z de Radiolé)

jueves, 8 de julio de 2010

LOS CAMPANILLEROS





En algunas comarcas y pueblos de Andalucía aún se conserva la antigua costumbre de salir de madrugada, acompañando a los Rosarios de la Aurora, cantando canciones a coro, acompañándose de campanillas y otros instrumentos de percusión. Son los llamados coros de campanilleros y que dedican sus canciones a la Virgen. En dichos cánticos se mezcla la ironía y la gracia del pueblo andaluz con excelsas sublimaciones de tipo religioso.





En estas canciones se inspiró el genial seguiriyero jerezano Manuel Torre para crear su versión de los campanilleros. Una vez más, en esta ocasión debido al genio creador de un gitano ilustre, una canción del folclore popular es aflamencada y convertida en uno de los estilos flamencos más reconocidos y populares.


"A la puerta de un rico avariento". Campanilleros de Manuel Torre acompañado a la guitarra por Miguel Borrull.



""Escuchándolo, siempre estremece, emociona y nos llega a los adentros"" dice Manuel Ríos Ruiz en "Ayer y hoy del cante flamenco".

El mismo autor nos cuenta, por boca de Niño Ricardo, como fue su creación:


""Estábamos con el Niño de la Palma (el torero), El Gloria, Rebollo y yo. A mí se me ocurrió (...) que debíamos llamar al Torre, que entonces vivía en el Fontanal. Llegó Manuel y me dijo: "Ponla en el tres" (...) y escuchamos aquellos campanilleros, inspiración de su genio, que ponían los vellos de punta"".

Seguramente, Niño Ricardo, con su toque y maestría contribuyó a la creación y belleza de este palo flamenco que no se grabó, en disco de pizarra, hasta 1.929. Y esta es la versión que ha servido de inspiración y modelo para que cantaores de la talla de Manolo Caracol, José Mercé, Manuel Agujetas, El Sordera, José Menese, etc. hayan registrado en sus discos los campanilleros de Manuel Torre.




Pero en la pequeña gran historia de este estilo flamenco hay otro nombre que no podemos olvidar: Dolores Jiménez Alcántara (Puebla de Cazalla 1.909-1.999) más conocida como Niña de la Puebla.

"La zagala".
Una de las primeras versiones de campanilleros grabadas por la Niña de la Puebla con la guitarra de Manolo de Badajoz.
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Manuel Torre
creó los campanilleros; pero fue la Niña de la Puebla quien los popularizó. Durante más de cinco décadas (1.931 - 1990) grabó, con diferentes letras, una versión más dulcificada, más propia del gusto del público de la época, más melismática y muy grata de escuchar; pero sin la fuerza expresiva ni el dramatismo de la versión del jerezano. No obstante, los nombres de campanilleros y Niña de la Puebla están tan unidos que a Dolores se le ha llamado más de una vez "la musa ciega de los campanilleros"

""...los campanilleros se han quedado huérfanos..."" decían la mayoría de las crónicas periodísticas el triste día de su fallecimiento.

Una de las últimas actuaciones en público de la Niña de la Puebla. Le acompaña a la guitarra José María Pardo.

jueves, 1 de julio de 2010

LAS SEVILLANAS






Como su nombre indica, las sevillanas, son el más genuino cante y baile de la ciudad de la Giralda.


Su origen se encuentra en el ritmo ternario de las seguidillas manchegas que se remonta al siglo XVI. En 1.779, en un poema titulado "La Quincaida", aparecen las sevillanas como estilo de baile y de cante independiente ya de las seguidillas y que por contacto con géneros como la soleá, los fandangos, las bulerías y otros, toman forma flamenca.





SEVILLANAS ACTUALES. Merche Esmeralda y Carlos Vilán al baile. Grupo SALMARINA al cante y al toque.




Estas sevillanas flamencas aparecen muy documentadas en los bailes celebrados en Sevilla durante el siglo XIX influidos plenamente por la escuela bolera de la época.
Métricamente coinciden plenamente con las mencionadas seguidillas manchegas o castellanas. Se componen de cuatro estrofas, que forman cada una de las partes del baile, de cuatro versos cada una (primero y tercero de siete sílabas; segundo y cuarto de cinco). Estos versos, con las correspondientes repeticiones, dan lugar a los siete tercios melódicos y musicales de que se compone una sevillana.





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Audio:
La Niña de los Peines, acompañada por Paquito Simón, interpreta una de las primeras sevillanas grabadas para escuchar: "Que tu palmito" con sólo tres coplas o estrofas.






Existen muchos tipos de sevillanas. Las más antiguas son las llamadas
corraleras. Surgen en los barrios sevillanos y trianeros en los que existían unas casitas rodeando a un patio o corral (de ahí su nombre) rebosante de cal blanca, geranios, claveles y otros tipos de flores en macetas pintadas de múltiples colores. En estos patios solían reunirse los vecinos para contarse sus cuitas, tomar el fresco y sobre todo para cantar y bailar.


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Audio:
"
De mi marina".
Sevillanas corraleras

Cante:
Bernardo el de los Lobitos Guitarra: Perico el del Lunar, padre.





Según el tema de sus coplas o letras, existen las sevillanas bíblicas, rocieras, litúrgicas, de feria, etc.

Hasta la década de los sesenta del siglo pasado, las sevillanas no salían de su ámbito particular: los patios, la Feria de la Primavera y la Romería del Rocío.
Manuel Pareja Obregón, los Hermanos Toronjo, los Hermanos Reyes y un sin fin de "grupos rocieros" las van a popularizar de tal manera que trascienden de su ámbito, surgen unas sevillanas nuevas y se exportan a toda Andalucía, Extremadura y a las romerías de muchos pueblos fuera de estas dos regiones. Aprender a bailar sevillanas es casi una necesidad y su enseñanza se incorpora a los bailes de todas las academias del territorio nacional y parte del extranjero, especialmente Japón.


AMIGOS DE GINES nos cantan una de las sevillanas más populares de todos los tiempos

Enlaces:
Manuel Pareja Obregón
Requiebros. Sevillanas al Maestro Obregón
Hermanos Toronjo y Hermanos Reyes
Romeros de la Puebla.
Marismeños