viernes, 22 de mayo de 2009

CANTES PRIMITIVOS - V - TONÁS

V.- Las tonás

El capítulo primero de "El Cante Flamenco" de Ángel Álvarez Caballero se titula "En el principio fueron las tonás" y habla de ellas como parte de la llamada época oscura del cante. Ya hemos visto en entradas anteriores que antes de las tonás hubo "algo" (romances, temporeras, pregones, etc.) que evolucionaron hasta esta nueva forma de cante que se conoce con el nombre genérico de toná y que comprende además los martinetes, las deblas y las carceleras.

Las coplas o letras de las tonás suelen ser estrofas de cuatro versos de arte menor, generalmente octosílabos. En algunas ocasiones el tercer verso se hace más largo como, por ejemplo, en la toná del Cristo:

¡Oh, pare de almas
y ministro de Cristo
y tronco de nuestra madre iglesia santa
y árbol del paraíso.

Las tonás son muy difíciles de cantar. Se requieren grandes facultades, especialmente en lo que se refiere a la modulación de la voz. Sus tercios son largos y melismáticos. Sus características especiales definen los principios del cante más jondo, más sobrio y más duro.

"Juerga Flamenca" de Sorolla

Las tonás son la auténtica raíz del cante. Son cantes específicamente gitanos en su origen.

""...son el grito antropológico, sin falsías expresivas, verdad de a puño y que siempre está al rojo vivo..."" González Climent

El cante por tonás es un cante de madrugada, de cuando ya la fiesta y la juerga íntima están en un grado de consumación y éxtasis. Era entonces cuando los gitanos, debido a la solemnidad del cante y del momento, solían rasgarse las camisas en señal de aprobación al intérprete.


Muchas de las tonás que se conservan hoy en día fueron rescatadas del olvido gracias a la labor investigadora de Don Antonio Chacón (Jerez de la Frontera 1.869 - Madrid 1.929) y Antonio Mairena (Mairena del Alcor 1.909 - Sevilla 1.983), entre otros.

Tanda de tonás. "En alta voz". ANTONIO MAIRENA



En el archivo musical adjunto podemos escuchar una tanda de tonás interpretadas por Antonio Mairena. Tras un breve compás con el martillo sobre el yunque y continuamente jaleado por los aficionados que lo acompañan, canta "En el barrio de Triana..." debla atribuida al Baboso de Triana y rescatada por Tomás Pavón, "A la puerta de la fragua..." un martinete clásico, "Cuando el Santolio entró..." una toná grande, "Y Dios se lo pague..." toná chica y finalmente "Y si no es verdad..." la llamada toná de remate con que se suelen terminar las tandas de tonás.

Noche de juerga en "Las Candelas". Madrid


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